PRIMERAS EMISIONES DE BILLETES EN ESPAÑA (1874-1931)
Los primeros billetes de peseta fueron impresos el 1 de julio de 1874, coincidiendo con la concesión al Banco de España del derecho en exclusividad a emitir billetes, hasta entonces compartido con otros bancos provinciales. Tenían los valores faciales de 25, 50, 100, 500 y 1000 pesetas, debido a su elevado valor en la época, sólo estaban destinados a ser manejados por bancos y otras entidades financieras. En total apenas se emitieron dos millones de esta primera serie.
25 pesetas. 1 de julio de 1874. Primera emisión con valor nominal en pesetas. Realizado en los talleres del Banco de España
500 pesetas. 1 de julio de 1884. Primer billete con espacio reservado para marca de agua. Realizado en los talleres del Banco de España
A principios del siglo XX, como las monedas no valían lo mismo que el metal del que estaban hechas, y para favorecer las reservas de oro y plata, se pasó a utilizar billetes.
II REPÚBLICA (1931-1939) y GUERRA CIVIL (1936-1939)
A la llegada de la República se encuentran en circulación billetes con el mismo valor facial, pero de diversas emisiones. Por otra parte, el cambio ideológico afectará también a los criterios iconográficos del papel moneda, estableciéndose además por Decreto que los billetes en circulación sean estampillados con el sello de la República, mientras no sean sustituidos por nuevas emisiones.
Al estallar la guerra civil, el Gobierno de la República no tiene problemas de escasez de papel moneda, pero a lo largo de la contienda, con las comunicaciones interrumpidas, no es posible enviar remesas a todo el territorio bajo su control, lo cual motivará la aparición de emisiones propias en las provincias del norte. A la par, el Gobierno de Burgos, que sólo reconocía la legalidad de las emisiones anteriores al 18 de julio de 1936, aunque estableciendo que los billetes fueran presentados por los particulares para ser revalidados, encargará su propio papel moneda que circulará en el territorio por él controlado.
Es por tanto una época compleja y anómala en este sentido, más si tenemos en cuenta que la falta de moneda divisionaria se hará acuciante, dando lugar a la proliferación de medios de pago emitidos por todo tipo de organismos, tanto de carácter público como privado, en un ámbito puramente local, normalmente de pequeña cuantía, que permitiera las transacciones elementales de la vida cotidiana.
25 pesetas. 31 de agosto de 1936
Emitido por el Gobierno de la República y realizado en InglaterraEmitido por el Gobierno de Burgos y fabricado en Alemania
Durante la Guerra Civil Española, la economía del país se desplomó y con él su moneda. Incluso con las devaluaciones, el Banco de España tuvo que imprimir billetes de valores menores, tales como 1, 2, 5 y 10 pesetas, debido a la imposibilidad de comprar metales.
La contienda que en 1936 entablan los partidarios del sistema establecido, la República, y los del ejército levantado en armas contra ella, también se trasladó al ámbito de la economía. El Banco de España se divide en dos, con sede primero en Madrid y luego en Valencia, Castellón y Aspe (Alicante) para los republicanos y en Burgos para los llamados nacionales. La peseta siguió siendo la moneda de curso legal para ambos pero con diferentes emisiones.
El papel es una moneda fiduciaria, es decir, que se basa en la confianza del portador en que el Estado le reintegrará en metal esa cantidad. Este billete, es la primera peseta en papel emitida en Burgos por el Banco de España.
Franco continuó imprimiendo pesetas en papel durante la posguerra. La primera peseta franquista está fechada en Burgos en 1938.
La guerra termina con el triunfo de los militares que tres años antes se habían alzado contra la República y el gobierno del general Franco no puede dar la espalda al dinero republicano de las zonas que va conquistando si no quiere arriesgarse a una quiebra financiera que no se puede permitir. Así establece dos períodos de conversión de la peseta republicana a la nacional, que supuso la floración de unos 3.000 millones de pesetas republicanas a las arcas del nuevo Estado.
DICTADURA DE FRANCO (1939-1975)
Después de la guerra civil, desde 1940 y hasta 1954, y como consecuencia también de la segunda guerra mundial, la escasez de metales llevará a emitir billetes de 1 y 5 pesetas, siempre en tiradas altísimas para facilitar las pequeñas transacciones, tan necesarias a falta de moneda metálica.
1 Peseta 1953 El último billete de peseta lleva la cara del marqués de Santa Cruz, que no pudo mandar la Armada Invencible, y tiene fecha del 22 de julio de 1953.
MONARQUÍA HASTA LA LLEGADA DEL EURO (1975-2001)
Por este motivo, desde la década de 1970, se fueron retirando los billetes menores para ser sustituidos por nuevas denominaciones, tales como 2000, 5000 o 10000 pesetas, el billete de mayor valor impreso en España. Estos tres valores quedaron, junto con el billete de 1000 pesetas, como los únicos en vigor en los últimos diez años de vida de la peseta (1992-2002).
1982/1987
Entre 1982 y 1987 el Banco de España emitió un nuevo sistema de billetes, diseñado por José María Cruz Novillo, que fue grabado e impreso por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Los objetivos del Banco de España al emitir los nuevos billetes eran reducir y normalizar su tamaño, modernizar su diseño y facilitar su tratamiento mecanizado. Respecto de los billetes anteriores, el nuevo conjunto formaba un sistema homogéneo cuyos valores se escalonaban desde 200 a 10.000 pesetas siguiendo la regla 1-2-5 e incorporaban, como novedad, los valores de 200 y 2.000 pesetas.
Para facilitar la identificación de la autenticidad, los billetes del nuevo sistema incluían los elementos tradicionales (gran retrato calcográfico y marca de agua) junto con otros nuevos, como el hilo de seguridad y las fibrillas fluorescentes, además de algunos elementos secretos destinados a facilitar el tratamiento mecanizado de los billetes.
Tradicionalmente los valores que se han puesto en circulación han sido los siguientes:
25, 50, 100, 500 y 1.000 pesetas. Con la lógica depreciación del dinero, los valores inferiores dejan de representarse en los billetes, permaneciendo el más alto de los mencionados, el de 1.000 pesetas, como el más bajo de los emitidos actualmente. Por otra parte, la aparición de valores superiores a éste han sido: el de 5.000, que se puede considerar tardía, porque no será emitido hasta 1976, teniendo en cuenta que hubo un primer billete emitido por este valor en 1938, aunque no llegó a circular, y el de 2.000 en 1980. Sin embargo, a lo largo de su historia, el valor que en más emisiones se ha puesto en circulación ha sido el de 100 pesetas, frente a una sola vez los de 250 y 200 pesetas.
Los valores inferiores a 25 pesetas han sido emitidos en papel moneda de manera excepcional. Los conocidos como «Certificados de Plata» de la época republicana, que sustituyeron monedas de plata de 5 y 10 pesetas, se pusieron en circulación para evitar el acaparamiento por un alza de dicho metal en la cotización internacional. La falta de moneda divisionaria en la guerra civil será suplida por el Ministerio de Hacienda con los «certificados provisionales de moneda divisionaria» con valores de 0,50, 1 y 2 pesetas. El Gobierno de Burgos, por su parte, emitirá billetes de 1, 2, 5 y 10 pesetas.
Iconografía
Los temas representados en los billetes han respondido a diversas motivaciones, la mayor parte de las veces para rendir homenaje a personalidades destacadas en los más diversos ámbitos que forman parte de nuestra historia.
En las primeras emisiones era frecuente encontrar alegorías de contenido económico (el Comercio, el Trabajo, la Agricultura, la Industria, ...), ideológico y de exaltación de valores (la Justicia, la Familia, la Libertad, la República, ...) o dedicadas a las Bellas Artes.
Pero la efigie de monarcas, pintores, escritores, científicos..., etc., ha acaparado la viñeta principal del anverso, siendo la más representada la de Francisco de Goya. Dos emisiones completas han sido dedicadas a su figura, y tres de sus obras: «El Quitasol», «El Cacharrero» y «El Bebedor» aparecen en los reversos, magníficamente realizados. Las imágenes de Quevedo, Calderón de la Barca, Bécquer o Rosalía de Castro, que junto con la reina Isabel la Católica son los únicos personajes femeninos no alegóricos retratados en el anverso, han sido difundidas a través del billete. Monumentos, pasajes literarios y acontecimientos como el Descubrimiento de América y sus protagonistas, han estado también representados, siendo Cristóbal Colón uno de los personajes más retratados, ilustrando, así mismo, la emisión de 1992, conmemorativa del V Centenario.
Catalogación del papel moneda según su conservación en cualquier variante (billete, pagaré, letra de cambio, cheque, cédula). Del mismo modo, de mayor o a menor apreciación.
-Flor de cuño (FDC): o plancha. Pieza nueva que no ha circulado y cuya conservación es perfecta. -Excelentemente bien conservado (EBC): Muy escasa circulación. Estado de conservación excelente.
-Muy bien conservado (MBC): La circulación es patente en pequeños pliegues y suciedades, pero no existen desgarros ni otras imperfecciones mayores.
-Bien conservado (BC): Huellas evidentes de circulación, como suciedades, pérdida de color y pequeños desgarros.
-Regularmente conservado (RC): Falta hasta 1/8 de la superficie original del billete. Presencia de desgarros, suciedad y agujeros.
-Mala conservación (MC): Ilegibilidad de leyendas y mutilaciones graves.
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