martes, 14 de abril de 2009

La historia de los sellos y los famosos "sellos de colores" de Franco!

Pocas cosas hablan tanto de la historia política, social o económica de un país como un sello. Son realidades congeladas en un trozo de papel, símbolos del paso del tiempo, de su historia mediante figuras de personajes ilustres, monumentos, pinturas, flora, fauna, historia postal, lugares del mundo…

Hay sellos de colores, de tiradas limitadas, con erratas o fallos bienintencionados, los hay grandes y pequeños, algunos políticos y otros con escenas naturales… los hay de todo tipo, pero esos retales del tiempo son perseguidos y coleccionados por gente de todo el mundo!

Más que la cantidad, es la rareza de los ejemplares de la colección lo que le da valor a ésta. Algunos sellos, en particular aquellos con errores de impresión, raros pero conocidos, llegan a adquirir un valor comercial muy elevado y son difíciles de conseguir.

El proceso para la emisión de un sello postal es complejo. Por lo general la administración postal recibe cientos de sugerencias de particulares y de asociaciones. Una vez decididas las series a emitir se encargan a varios artistas a realización de los diseños, normalmente cuatro veces más grandes que el tamaño final. Una vez elegido el diseño se efectúan las modificaciones necesarias y se reduce fotográficamente al tamaño correcto.

Los primeros sellos, que ya venían en pliegos, se cortaban con tijeras, por lo que tenían los bordes rectos. Más adelante se añadió una serie de líneas con perforaciones, que permitían separarlos limpiamente, sin herramientas auxiliares y apareció el dentado...

Con el paso de los años esta afición llamada filatelia (afición por coleccionar y clasificar sellos, sobres y otros documentos postales) ha aumentado muchísimo y en parte gracias a Internet, que paradójicamente ha conseguido reducir el uso de estas estampitas por la proliferación del famoso e-mail, pero por otro lado ha conseguido aglutinar en una “tienda” global toda la información existente sobre este tipo de coleccionismo, multiplicando su mercado potencial.

Pero como en todas las facetas de la vida, siempre hay un campo abierto a la especulación y en muchas ocasiones se ha utilizado la filatelia como una forma de obtener rápidos beneficios o muy bien remunerados, aunque muchas veces con suerte dispar, debido a las falsificaciones o timos.

ROWLAND HILL Y EL INVENTO DE LOS SELLOS PREVIO PAGO (1795-1879)
Pero para aprender el verdadero sentido y amor por la filatelia, debemos remontarnos a la historia que envuelve la invención del primer sello, que si bien dicen que es una leyenda, parece muy factible que sucediera en realidad:
“Un sello postal" es un comprobante del pago previo de los envíos efectuados por correo en forma de etiqueta, generalmente engomada, o directamente impreso. El sello es un pequeño papel rectangular que se pega en un sobre y que indica que la persona que realiza el envío pagó el servicio.

Aunque a decir verdad, el envío siempre lo pagaba el destinatario en función de los kilómetros recorridos y no por su peso, hasta que Rowland Hill (1837) propuso que el envío lo pagara el remitente según una tarifa uniforme en función del peso y no por el kilometraje.

Según la leyenda, en el año 1835 el profesor inglés Rowland Hill, que viajaba por Escocia se aprestó a descansar en una posada. Mientras se calentaba en la chimenea vio cómo el cartero de la zona entraba en la casa y entregaba una carta a la posadera. Ella tomó la carta en sus manos, la examinó atentamente y la devolvió al cartero alegando:

Como somos bastante pobres no podemos pagar el importe de la carta, por lo que le ruego que la devuelva al remitente.

Al oír aquello, surgió en el corazón de Hill un impulso de generosidad y movido por ese impulso ofreció al cartero el importe de la misiva, pues no quería que por falta de dinero se quedara la buena mujer sin saber las noticias que le pudieran llegar en dicha carta. El cartero cobró la media corona que costaba, y entregó la carta a la posadera, saliendo a continuación para seguir su recorrido.

La posadera recogió la carta y la dejó sobre una mesa sin preocuparse en absoluto de su contenido. Luego se volvió al generoso huésped y le dijo con amabilidad: Señor, le agradezco de veras el detalle que ha tenido de pagar el importe de la carta. Soy pobre, pero no tanto como para no poder pagar el coste de la misma. Si no lo hice, fue porque dentro no hay nada escrito, sólo la dirección. Mi familia vive a mucha distancia y para saber que estamos bien nos escribimos cartas, pero teniendo cuidado de que cada línea de la dirección esté escrita por diferente mano. Si aparece la letra de todos, significa que todos están bien. Una vez examinada la dirección de la carta la devolvemos al cartero diciendo que no podemos pagarla y así tenemos noticias unos de otros sin que nos cueste un penique.

Hill escribiría un folleto titulado «Post Office Reform», proponiendo el franqueo previo de la correspondencia, es decir, que el pago lo hiciera el que enviaba la carta, ideando el uso de unas etiquetas engomadas que se pegarían al sobre como comprobante de este pago por adelantado.
PENNY BLACK (1840)
Así nace el primer sello postal del mundo: El famoso Penny Black de la Reina Victoria. Hill dibujó en él el perfil de la Reina Victoria, la palabra Postage en la parte superior y en la inferior One Penny (un penique). Omitió el nombre del país por entender que la efigie de la reina bastaba para identificarlo. El día 8 de mayo del mismo año se puso a la venta el dos peniques, en color azul. El nuevo sistema postal dio unos resultados asombrosos, tanto que se triplicó el número de cartas en una semana. Sólo el primer día de venta al público se vendieron 60.000 ejemplares de estos sellos. A la vista de todo ello Rowland Hill fue nombrado director de Correos del Reino Unido, dedicando el resto de su vida a realizar ampliaciones y mejoras en los servicios postales. El nuevo sistema encontró rápida aceptación en otros países y a los pocos años estaba ya generalizado internacionalmente.

La afición por coleccionar sellos de correos empezó poco después de la introducción de los sellos para el franqueo de la correspondencia. En 1840 el doctor John Edward Gray, oficial del Museo Británico, empezó a coleccionarlos inmediatamente después de su aparición, y en un número del periódico The Times de 1841 publicó un anuncio solicitándolos.
Después del "black penny" , el cantón suizo de Zúrich fue el segundo emisor de estampillas, el 21 de marzo de 1843 emitiendo los célebres 4 y 6 rappen y luego lo siguió Brasil, el 1 de julio de 1843 emitió una serie de sellos llamados "ojos de buey" por su parecido con los círculos metálicos de las ventanillas de los barcos así llamadas, y en valores de 30, 60 y 90 reis.
La Unión Postal Universal establece que en los sellos que circulen internacionalmente debe aparecer el nombre del país emisor en alfabeto latino. De esta obligación está exento el Reino Unido por ser el primer país emisor de sellos.

LA LLEGADA DE LOS SELLOS A ESPAÑA (1850-ACTUALIDAD)
España lo hizo el 1 de enero de 1850. El franqueo con sellos en España, se establece mediante un Real Decreto de Octubre de 1.849 y comienza el 1 de Enero de 1.850, siendo reina de España Isabel II. Los sellos llevan la efigie coronada de la Reina, similares a los emitidos en Gran Bretaña diez años antes. Estos sellos, en distintas emisiones circulan hasta el año 1.869. No obstante, para las cartas sencillas, el franqueo con sellos no era obligatorio, por lo que hasta 1.856 podemos encontrar cartas de las que llamamos prefilatélicas.
España, como todos los países del mundo diversificó la temática de estas estampitas, desde motivos de la naturaleza, a esculturas, la realeza… hasta que a mediados del siglo pasado se politizaron gracias al régimen impuesto por el General Franco y que impuso un tipo de sellos muy particulares y muy conocidos... los llamados “sellos de colores” con la efigie del Generalísimo, toda una innovación para su tiempo, pues tan sólo tuvieron que cambiar el color total del sello para imponer un valor diferente. Una idea útil en aquellos tiempos aunque muy escasa de recursos imaginativos.

Además de los sellos, la efigie de Franco, presidió hasta el advenimiento de la Monarquía todas las monedas de curso legal en España. Fue un recurso propagandístico del régimen militar de aquella época.
DICTADURA DE FRANCO (1939-1975) Y LOS SELLOS DE COLORES CON SU IMAGEN
Fueron los primeros sellos desde la Guerra Civil española y llama la atención que ningún personaje militar o político asociado a la sublevación de 1936 mereciera ser protagonista de un sello de Correos. En 1939 aparecen ya los primeros sellos de perfil de Franco, en color blanco y azul y con un valor de 4 Pesetas:

Y el siguiente año, en 1940, hubo más sellos del Generalísimo con la efigie de perfil y también en dos colores, aunque en esta caso con tres rayas rojas en forma de cruz! Este sello tenía un valor de 20+5 Céntimos:

El 28 de febrero de 1955 en papel mate o brillante, en la serie “General Franco”, impresos huecograbado, se comenzó a emitir una nueva serie básica con la efigie de Franco mirando de cara al espectador. El último sello de la serie salió a la venta veinte años después, en julio de 1975. El General Franco (1892-1975) aparece con una nueva imagen, vistiendo ropas civiles y sin estar acompañado de símbolos o lemas. Este sello fue conocido popularmente como el “Franco Rojo” y más tarde fue retirado de la circulación. Esta imagen fue la propulsora de una larga serie de sellos en diferentes colores, años e importes que se hizo tan conocida, que hoy son una auténtica pieza de colección. El precio actual del sello es de 26 euros:

Sellos de España año 1955


General Franco 1892,1975 básica.

10 céntimos 14 de febrero.Ref. Edifil 1143


General Franco 1892,1975 básica.

15 céntimos 15 de marzo. Ref. Edifil 1144


General Franco 1892,1975 básica.

20 céntimos 3 de mayo. Ref. Edifil 1145


General Franco 1892,1975 básica.
25 céntimos 28 de febrero. Ref. Edifil 1146


General Franco 1892,1975 básica.

30 céntimos 14 de febrero. Ref. Edifil 1147


General Franco 1892,1975 básica.

40 céntimos 3 de mayo. Ref. Edifil 1148


General Franco 1892,1975 básica.

50 céntimos 28 de febrero. Ref. Edifil 1149


General Franco 1892,1975 básica.

60 céntimos 15 de marzo. Ref. Edifil 1150


General Franco 1892,1975 básica.

70 céntimos 15 de marzo. Ref. Edifil 1151


General Franco 1892,1975 básica.

80 céntimos 14 de febrero. Ref. Edifil 1152


General Franco 1892,1975 básica.

1 pesetas 28 de febrero. Ref. Edifil 1153


General Franco 1892,1975 básica.

2 pesetas 28 de febrero. Ref. Edifil 1157

General Franco 1892,1975 básica.

3 pesetas 14 de febrero. Ref. Edifil 1159

General Franco 1892,1975 básica.

5 pesetas 15 de marzo. Ref. Edifil 1160


General Franco 1892,1975 básica.

6 pesetas 3 de mayo. Ref. Edifil 1161

General Franco 1892,1975 básica.

10 pesetas 3 de mayo. Ref. Edifil 1163


Sellos de España 1956

General Franco 1892,1975 básica.

1,40 pesetas 24 de abril. Ref. Edifil 1154

General Franco 1892,1975 básica.

1,50 pesetas 24 de abril. Ref. Edifil 1155

General Franco 1892,1975 básica.

1,80 pesetas 24 de abril. Ref. Edifil 115

General Franco 1892,1975 básica.

2 pesetas de abril. Ref. Edifil 1158

General Franco 1892,1975 básica.

8 pesetas 24 de abril. Ref. Edifil 1162
Sellos de España año 1975

General Franco.

4 pesetas 15 de julio. Ref. Edifil 2225

General Franco.

7 pesetas 15 de julio. Ref. Edifil 2226

General Franco.

12 pesetas 15 de julio. Ref. Edifil 2227

General Franco.

20 pesetas 15 de julio. Ref. Edifil 2228

Estos fueron los últimos famosos “sellos de colores de Franco”, toda una auténtica huella de la historia, todavía reciente, de España.

MONARQUÍA (1975-ACTUALIDAD)

A partir de su muerte, se fabricaron en España modelos de sellos con motivos mucho más modernos, de la Monarquía, de los Juegos Olímpicos, las comunidades autónomas… pero quizá, las generaciones posteriores de estampitas nacionales, no han conseguido crear tanta polémica ni tanto valor, como éstos. Son sellos que han marcado un cambio en nuestro país, son un pequeño diario de la realidad ya pasada.

Creemos por tanto, que a pesar de la implantación de las nuevas tecnologías con la posibilidad de enviar emails, mensajería instantánea, videoconferencia y el uso creciente de dispositivos móviles, el uso de sellos seguirá creciendo gracias, precisamente, al aumento de envíos a nivel global debido a las nuevas tecnologías.

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